martes, abril 04, 2006

Benjamín



Fue un martes cualquiera. Como todas las mañanas entraba a las ocho en punto a la cafetería Ortega. Café solo y tostada a la plancha. Ese día no había ningún periódico libre, y yo, que soy una persona inquieta, necesitaba algún entretenimiento para pasar el desayuno. Realicé una mirada panorámica, aún no había llegado nadie conocido. Al fondo, en una mesa, cabizbajo, se encontraba aquel tipo tan extraño. Algunos de mis allegados me habían hablado de él, decían que era una persona completamente asocial, que pasaba los días ahí sentado sin hablar con nadie. Muchos habían intentado conversar con él, pero ninguno había conseguido sacarle ni la más mínima palabra. No sé si fue por mi soledad o por la suya, que me decidí a hablar con él.

-Hola, buenos días. ¿Puedo sentarme? –le dije.

Como esperaba, no recibí respuesta. Así que, haciendo acopio de cabezonería, me senté en frente suya. Tenía que pensar rápidamente, se me había metido en la cabeza que, aquella mañana, iba a conseguir conversar con aquel hombre. Algo se me ocurrió.

-Oiga ¿le gusta el cine? –pregunté. No respondió.

Quise insistir.

-Verá, es que venía paseando por la calle, cuando he visto un cartel muy curioso que anunciaba una película. Era un cartel oscuro por completo, sin ninguna figura como reclamo, y sólo ponía el título, era algo como “La recta del cielo”.

-¿Y no sería, “La recta del cieno”? – dijo él.

Me quedé sobrecogido, al escuchar su voz. Me repuse y contesté rápidamente.

-Sí, quizá fuera eso. Es que lo vi de lejos, y uno ya es mayor, y le traiciona la vista.

Creo que perdí un poco su atención, así que me apresuré a retomar el tema.

-¿Sabe usted quién la dirige? –propuse.

-Sí, es un completo desconocido, aunque creo que ya ha hecho otras películas. –dijo él secamente.

-Bueno, ¿y cuales son sus otras películas?, si no le importa decírmelo.

-Pues es el director de “Meses perdidos”, “El bucle”, “Inconsistencia”, y alguna más.

-¡Ah! Esta última sí que la he visto, la de “Inconsistencia”. Me pareció muy buena.

-¿En serio?.

-Sí , ¿es que a usted no le gustó?.

-Bueno, creo que tiene algunos fallos. Creo que el director no logró plasmar del todo la idea vital que se supone, quería transmitir.

-En todo caso sería la idea anti-vital, porque el protagonista se pasa toda la película desengañado y muy trastornado. Casi al borde del suicidio diría yo.

-Veo que es usted muy observador.

-No, es que me gusta el cine, nada más. Aunque creo que usted también es un entendido, y bastante más que yo.

-Serán los años...

Coño, de repente me doy cuenta que llevo horas hablando con este individuo y llego tarde al trabajo. Pero no me puedo ir sin saciar antes mi curiosidad.

-Oiga, no me responda si le parezco grosero pero ¿por qué usted nunca había hablado con nadie, y conmigo sí?

-Es fácil, nadie había estado hablando de mí durante tanto tiempo.


Relato basado en una frase de Benjamín Disraeli : “Háblale a un hombre de su persona y te escuchará horas enteras.”


1 comentarios:

A las 14 de abril de 2006, 0:39 , Blogger Antonio ha dicho...

es bueno

 

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