lunes, marzo 27, 2006

LA PROPIEDAD ASOCIATIVA.

Me pregunto por qué la gente se complica tanto la vida. Yo pongo al señor A disparando al señor B y ya puede empezar la fiesta. Claro que, nadie le dijo al señor A que el señor B también tenía un arma. Entonces comienzan a dispararse y se hacen mucho daño. Porque estos hombres tienen puntería, y se alcanzan el uno al otro una y otra vez. Así que cuando ya está todo bien empapado de sangre, aparece un señor C y borra a estos dos fácilmente. Como el señor C ha sido más listo, las cosas caen por su propio peso. (A - B) – C = C. Creo que está muy claro.

Rebobinemos. Frek Somen, mercenario confeso, no busca ningún tipo de venganza, no ha tenido ninguna experiencia traumática, aparte de haber perdido un billete muy grande una vez. Digamos pues que le gusta disparar. Kerm Aim, magnate de empresa gigante al que hay que matar. Soik Burs, magnate de empresa no tan gigante que desea matar.

Bien, ahora deberíamos saber encajar las piezas, o las letras en este caso. Suponemos entonces que el magnate gigantito contratará al mercenario para matar al magnate gigantón. De esta manera, y según la ley de las tres letras capitales anteriormente expuesta, la cosa debería quedar así. El mercenario Somen se dirige a matar a don Kerm. Después de que el mercenario se deshaga sin problemas de un sin fin de acólitos anónimos, llega al maravilloso despacho del magnate Kerm Aim. Cuando el mercenario se dispone a matar al Señor Aim, éste último le dice:

-Supongo que no creerás que puedes matarme por el hecho de que te hayas ventilado fácilmente a todos esos estúpidos que dicen ser mis secuaces.

-No. Supongo que puedo matarte porque van a pagarme una pasta de la hostia y no me interesa ninguna oferta tuya.

-Entonces ese hijo de puta de Burs te habrá informado bien de quién soy ¿no?.

-Lo justo, ni más ni menos.

-¿Quizá se le olvido mencionar el porqué de mi apellido?. Aim, del inglés, puntería.

Ahí sería entonces cuando el magnate Kerm sacaría la pistola, sorprendiendo a Frek Somen y donde comenzarían a dispararse el uno al otro haciéndose multitud de heridas. Así que en el momento que los dos estuvieran bastante indefensos por las heridas, aparecería Soik Burs de entre las sombras y los liquidaría a ambos.

Pero todo eso sería demasiado evidente. La única verdad en este asunto es que Frek Somen, con el paso de los años, ganó mucho dinero como mercenario. Así pues decidió montar un emporio gigantesco y cambiar su nombre por el de Kerm Aim. Cuando Soik Burs apareció en la escena millonaria como una competencia potencialmente peligrosa, Somen(Kerm Aim) decidió enviarle un mercenario asesino novato con el propósito de divertirse. Eso nos lleva a la escena de los disparos entre el mercenario novato anónimo y el magnate Soik Burs. Una vez aquí, y cuando Frek Somen se ha divertido lo suficiente contemplando tal escena, los liquida a los dos. Esto es la propiedad asociativa y supongo que es por ella por lo que la gente se complica tanto.



En honor a Mark Millar.

1 comentarios:

A las 29 de marzo de 2006, 1:05 , Blogger Pablo ha dicho...

La propiedad asociativa es inherente al hombre.
Nos gustan las cosas complejas, pese a que en lo simple puede estar la belleza más apabullante.

Ejemplo: los culebrones. 576 capítulos después, todo se lía todavía más, con una ingente audiencia que babea frente al televisor.

 

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