Monstrum
El mundo se divide en dos partes, los que creen en fenómenos paranormales, y los que no. Ahora, posiblemente, haya que contar una historia sobre alguien que no cree y se encuentre con un fenómeno que le haga cambiar de opinión. También podría ser un creyente que se topa con la dura realidad, el caso es que se nos acaban las combinaciones, así que empecemos.
He aquí al protagonista de nuestro relato, Effrayé, un chico tímido, que gusta de dibujar historietas sobre monstruos que devoran personas, personas que abandonan sus casas, por eso, él, sale de su casa para hacer lo estrictamente necesario. Se levanta por las mañanas, desayuna, y sale corriendo hacia el instituto, sin pararse en ningún lado. En el instituto, sus compañeros se burlan de él.
-Oye Eff, mañana ya es viernes, ¿crees que si salgo hasta tarde podría encontrarme con algún monstruo?.
-No lo creo.
-¡Anda!, eso es nuevo. ¿A qué se debe?.
-Tu novia ya es demasiado monstruo como para que te asignen otro.
-¿Qué has dicho?, ¡Repítelo!...
Un día más, Effrayé, vuelve a tener que pelearse, aguantar que le llamen tío raro, y encima, ser expulsado de nuevo. Su padre cree que se autoexpulsa adrede porque tiene miedo de estar fuera de casa.
-Escuchame Effrayé, esto no puede seguir así -dice su padre-. ¿Qué es lo que te pasa?, esta es la tercera vez que te expulsan en lo que va de mes. ¿Qué pretendes conseguir?, y no me digas que es por esa tontería de los monstruos.
-No, papá, es por los idiotas de mis compañeros, siempre se meten conmigo, se burlan de mis historietas. Pero no te preocupes, no volverá a pasar, tengo algo en mente.
-¿Cómo?, ¿no irás a hacer ninguna locura?, por dios hijo, quítate esas ideas raras de la cabeza de una vez.
-Papá...
-Ahora qué Effrayé.
-No te vayas por favor, no sé si podré salvarte una noche más.
-¿A qué te refieres?, tengo que ir a hablar con tu director.
-Pero papá, ¿y qué hay de toda esa gente que está desapareciendo?, la gente que están matando, la gente como..., mamá.
-Lo sé hijo, sé que es peligroso salir tal y como están las cosas, pero no tiene nada que ver con monstruos y locuras de ese tipo, la policía está bajo la pista del asesino de tu madre y esas personas.
-No, papá, no lo entiendes, no van a encontrar a ese asesino, nadie puede. Porque es un monstruo, es el monstruo que dibujo cada vez que sales, lo dibujo desde que murió mamá, para que no mueras tú también, lo dibujo matando a otras personas para salvarte, es una especie de cambio.
-Dios mío, no puedo creer lo que estás diciendo, mira Effrayé tengo que irme, cuando vuelva vamos a hablar muy en serio de esas fantasías absurdas que tienes, quizá hasta te tenga que llevar a un psicólogo, que es lo que tenía que haber hecho desde el día en que murió tu madre. Me voy a hablar con tu director, y no quiero que dibujes nada, ¿me oyes?. Prohibido dibujar.
-¡Papa no...!
El padre de Effrayé se fue, pero nunca llegó hasta el colegio. En el camino le detuvo la policía, acusándole de ser el responsable de los asesinatos de los últimos meses. La policía descubrió en la espalda del padre de Effrayé un extraño tatuaje, que rezaba así: "Monstrum".
3 comentarios:
No sé si los fenómenos paranormales existen o no, pero lo que es cierto es que hay demasiadas cosas que actualmente no tienen explicación (y si la tiene es de lo más rebuscada)sin acudir a este tipo de "ciencia".
y hablando del relato, es una putada estar salvando cosas para nada, porque a mi no me engañas, no era el padre en sí mismo, sino que era la sociedad, la que en sí misma le había provocado esa incipiente múltiple personalidad.
ya que ni el niño, ni el monstruo, ni el colegio son reales, y el padre no es tal, sino que todo ocurre en su cabeza, finalizando con el suicidio en una clínica de Tucson, Arizona. Única salida para ciertos caminos.
Una gran reflexión, sin duda.
Hazte un blog ya! eres el amo
Publicar un comentario
Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]
<< Inicio