martes, marzo 21, 2006

UNA GRAN PERDIDA

Sólo con un cigarro entre los dedos se puede entender la historia que se expone a continuación. El dolor, el sentimiento de pérdida y una plaga de paranoia encuentran su explicación en ese espacio.

Nuestra aventura trata sobre dos hermanos que sufren a partir de un extravío, de una desaparición misteriosa. Todo está envuelto en una niebla que no deja ver más allá, y tan sólo llegando al final puede entenderse el dolor que sufren nuestros protagonistas.

En primer lugar presentaremos a los dos hermanos, Floido y Espo, que, evidentemente, mantienen una relación sanguínea pero, sin embargo, viven en mundos diferentes.

Floido es la encarnación de la utilidad, del saber estar, y por contra Espo

carece de muchas de las habilidades que posee su grandioso hermano. Esto nos llevaría a pensar que su relación es de un odio visceral, y aunque es cierto que existe cierta envidia, hay un punto que los acabará uniendo profundamente. Lo que no juntó el amor, lo soldará el dolor.

Una mañana se levantaron los dos hermanos y comenzaron con la rutina de siempre, uno desayunaba, el otro no, uno se lavaba los dientes y el otro abría el grifo. Floido siempre fue mucho más trabajador que Espo, y éste ultimo simplemente era un apoyo, aunque al fin y al cabo un apoyo necesario.

Después de una larga conversación en la comida sobre cangrejos hiperfértiles y hormigas locas asesinas se decidieron a salir a la calle. Al llegar a su habitación, Floido se dispuso a hacer su trabajo pero algo le sobresaltó, Él no estaba, había desaparecido.

Rápidamente llamó a su hermano para que le ayudara en la búsqueda de Aquel. Buscaron incesantemente por toda la casa pero no Le hallaron. Lloraron amargamente la perdida de Aquel, y tuvieron que trabajar mano a mano, en igualdad, por primera vez.

Por mucho dolor que les supusiera el trabajo lo harían juntos a partir de ahora, no había otra manera. Espo ya no fue nunca más el apoyo ni el vago, Floido y él compartieron el dolor para siempre, en partes iguales.

En cuanto a Él nunca más se supo, o quizá los dos hermanos no quisieron saber nada más de Él, el caso es que mano diestra(Floido) y mano izquierda(Espo) sufrieron juntos el dolor de los dedos ante la pérdida de “El Calzador” y la opresión de las malvadas zapatillas.

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