sábado, mayo 27, 2006

La vaca y el toro.

Él le dice a ella. Y ella le dice a él también. Pero, qué. Y tú qué. Joder, joder, joder. No puede ser. Pero tú también. Cómo. Cómo qué. Eso. Y tú también. Joder, joder, joder. Adiós. Por qué. Por eso. Pero tú también. Y qué. No sé. Pero qué. Adiós. Adiós.

miércoles, mayo 24, 2006

Sinfonía en el barrio.


En un barrio normal, de una ciudad normal, a veces suceden cosas increíbles. Sí, en aquella hilera de casas destacaban tres familias. En el número uno de la calle convivía la familia Suriv, compuesta por el padre de familia, la madre, y los tres hijos más ruidosos del planeta. El número dos estaba habitado por la familia Estilzli, formada, nada menos, por ocho integrantes, a saber, padres, tíos, abuelos, hijo y primo. Finalmente, en el número tres vivía un simple matrimonio sin hijos, el matrimonio Joga. El resto de casas eran poco más que espectadores.
La familía Estilzli era también conocida con el sobrenombre de:"Familia perfecta". Nadie podía creer que en aquella casa, tan abultada de personas, no se oyera ni el más mínimo bullicio. Todos sus componentes eran modélicos, saludaban amablemente por la calle, y siempre estaban dispuestos a ayudar con una prontitud envidiable. Quizá fuera por eso que los demás vecinos la consideraban algo irreal y misteriosa, máxime, cuando una vez al mes salían todos los Estilzli, ordenadamente, hacia su casa en el campo. Los vecinos sospechaban que en esa casa de campo desahogarían y darían rienda suelta a sus más bajos instintos, para, dos días más tarde, volver en perfecta armonía.
Por otra parte, andaba el matrimonio Joga, uno de los más acaudalados del barrio. El marido era jugador de fútbol profesional en un importante equipo de primera división, y por tanto la mujer no necesitaba trabajar. A pesar de todo, no tenían ningún tipo de criado, y la mujer se dedicaba a realizar las tareas de casa. El vecindario les observaba con sana envidia, aunque no comprendían la ausencia de hijos en aquella casa. Él tiene problemas de impotencia, a ella no le gustan los críos -decían. Un fin de semana, el marido tuvo un mal partido y fue el artífice de un gol en propia meta, días después, en el correo, hallaron los Joga amenazas de muerte contra el marido para que abandonara su equipo y el fútbol en general, para siempre. El matrimonio lo tomó como un suceso aislado, perpetrado por un demente, así que no informó a la policía.
En el numero uno, se encontraba la familia Suriv, la más odiada a causa de los tres mequetrefes que por allí rondaban. Estos tres pequeños diablos pasaban los días incordiando a la gente, tramando las peores travesuras contra los vecinos, excepto contra las casas dos y tres, es decir, los Joga y los Estilzli. Por alguna extraña razón, los tres pequeños no atentaban contra estos últimos. Los otros vecinos habían acudido en múltiples ocasiones a su casa, para recriminar a sus padres la actitud de sus hijos, pero en tal enternecedora edad, estos, eran indomables. Así pues, seguían las travesuras por la tarde, y los chillidos por las noches.
Un mes después, comenzó el caos. El marido del matrimonio Joga volvió a recibir con preocupante periodicidad nuevas amenazas en forma de carta, dada la nueva situación, decidió finalmente informar a la polícia sobre este grave problema. Los pequeños de la casa de los Suriv empezaron a intensificar sus fechorías, hasta tal punto, que dejó de tener gracia, y los vecinos, hartos ya de tanta maldad, para nada infantil, interpusieron una denuncia. En la casa de los Estilzli, un buen día, comenzaron a escucharse discusiones y voces a gran escala, toda la familia perfecta parecía haber enloquecido, y en los días posteriores, fueron estos gritos y unos golpes de tamaño desorbitado, lo que llevo a los vecinos a avisar a la policía. El barrio estaba encolerizado por esas tres casas.
Y llegó la policía, con mucho trabajo por hacer. Al bajar de los coches y furgonas, acudieron en primer lugar a la casa de los Estilzli, pues allí se escuchaban permanentemente todo tipo de gritos, amenazas y golpes que inundaban el barrio entero. La policía llamó a su puerta, y en ese mismo instante, cesaron los ruidos. El padre de familia abrió la puerta, aparentemente tranquilo. Unos cuantos agentes se acreditaron ante él.
-Oh sí, pasen, pasen - dijo el padre.
-En primer lugar, le parece normal el ruido que... - y diciendo esto, el agente no pudo continuar.
Los agentes se encontraron ante sí a toda la familia comiendo tranquilamente alrededor de una mesa; en las paredes y las ventanas, apostadas contra ellas, se hallaban multitud de altavoces.
-¿Alguien me puede explicar qué está pasando aquí? -voceó soprendido el policía.
-Con mucho gusto señor agente. Se trata de una terapia experimental que nos hemos autoimpuesto - dijo el cabeza de familia.
A continuación les enseñó cómo, poniendo en marcha un reproductor de audio, empezaban a sonar, a un volumen atroz, gritos y golpes grabados en una cinta por la familia entera. Pasada una hora, salían por la puerta, ordenada y apaciblemente, los Estilzli al completo en dirección a las furgonas de la policía.
Algo tocados por lo que acababan de presenciar, se dirigieron los agentes, junto a dos inspectores que llegaron en aquel momento, a la casa del matrimonio Joga. Uno de los inspectores tocó el timbre.
-Hola buenas, ¿el señor Joga? - preguntó el inspector.
-Así es - dijo el señor Joga.
-Vengo a informarle que hemos dado con el autor de las cartas que recibía, y me temo que no son buenas noticias. - dijo el inspector.
A través de ciertas pesquisas, explicó el inspector, habían llegado a la conclusión de que era su mujer la que enviaba dichas cartas. La mujer se derrumbó ante su marido y confirmó tales acusaciones. Ella, harta de la profesión de su marido, con sus miles de viajes y el poco tiempo que esto les dejaba para ellos, había organizado toda esta trama, quería una vida normal, tranquila, con hijos.
La policía guió a la mujer del matrimonio Joga, esposada, hacia un coche. Finalmente, ya cansados de tanta locura, se encaminaron los agentes a la casa de los Suriv. Entraron y comunicaron a los padres de los tres pequeños la demanda que había hecho el barrio contra ellos, y el juicio al que podrían acudir si no cesaba la actitud de los niños. En el transcurso de esta conversación, los tres pequeños hicieron muestra de su maldad, insultando por lo bajini a los policias.
Tras estas largas horas, se recogió todo el circo policial. Después del follón, sólo quedaba una incógnita por despejar para los vecinos, ¿por qué los tres pequeños diablos nunca atentaron contra los Estilzli o los Joga? -se preguntaban.
En minutos posteriores, el barrio quedó en silencio.

jueves, mayo 11, 2006

Take it easy

Una entrega más, ya sabéis, a pinchar y agrandar, toma ya.

Especial dedicación.

martes, mayo 09, 2006

Monstrum


El mundo se divide en dos partes, los que creen en fenómenos paranormales, y los que no. Ahora, posiblemente, haya que contar una historia sobre alguien que no cree y se encuentre con un fenómeno que le haga cambiar de opinión. También podría ser un creyente que se topa con la dura realidad, el caso es que se nos acaban las combinaciones, así que empecemos.
He aquí al protagonista de nuestro relato, Effrayé, un chico tímido, que gusta de dibujar historietas sobre monstruos que devoran personas, personas que abandonan sus casas, por eso, él, sale de su casa para hacer lo estrictamente necesario. Se levanta por las mañanas, desayuna, y sale corriendo hacia el instituto, sin pararse en ningún lado. En el instituto, sus compañeros se burlan de él.
-Oye Eff, mañana ya es viernes, ¿crees que si salgo hasta tarde podría encontrarme con algún monstruo?.
-No lo creo.
-¡Anda!, eso es nuevo. ¿A qué se debe?.
-Tu novia ya es demasiado monstruo como para que te asignen otro.
-¿Qué has dicho?, ¡Repítelo!...
Un día más, Effrayé, vuelve a tener que pelearse, aguantar que le llamen tío raro, y encima, ser expulsado de nuevo. Su padre cree que se autoexpulsa adrede porque tiene miedo de estar fuera de casa.
-Escuchame Effrayé, esto no puede seguir así -dice su padre-. ¿Qué es lo que te pasa?, esta es la tercera vez que te expulsan en lo que va de mes. ¿Qué pretendes conseguir?, y no me digas que es por esa tontería de los monstruos.
-No, papá, es por los idiotas de mis compañeros, siempre se meten conmigo, se burlan de mis historietas. Pero no te preocupes, no volverá a pasar, tengo algo en mente.
-¿Cómo?, ¿no irás a hacer ninguna locura?, por dios hijo, quítate esas ideas raras de la cabeza de una vez.
-Papá...
-Ahora qué Effrayé.
-No te vayas por favor, no sé si podré salvarte una noche más.
-¿A qué te refieres?, tengo que ir a hablar con tu director.
-Pero papá, ¿y qué hay de toda esa gente que está desapareciendo?, la gente que están matando, la gente como..., mamá.
-Lo sé hijo, sé que es peligroso salir tal y como están las cosas, pero no tiene nada que ver con monstruos y locuras de ese tipo, la policía está bajo la pista del asesino de tu madre y esas personas.
-No, papá, no lo entiendes, no van a encontrar a ese asesino, nadie puede. Porque es un monstruo, es el monstruo que dibujo cada vez que sales, lo dibujo desde que murió mamá, para que no mueras tú también, lo dibujo matando a otras personas para salvarte, es una especie de cambio.
-Dios mío, no puedo creer lo que estás diciendo, mira Effrayé tengo que irme, cuando vuelva vamos a hablar muy en serio de esas fantasías absurdas que tienes, quizá hasta te tenga que llevar a un psicólogo, que es lo que tenía que haber hecho desde el día en que murió tu madre. Me voy a hablar con tu director, y no quiero que dibujes nada, ¿me oyes?. Prohibido dibujar.
-¡Papa no...!
El padre de Effrayé se fue, pero nunca llegó hasta el colegio. En el camino le detuvo la policía, acusándole de ser el responsable de los asesinatos de los últimos meses. La policía descubrió en la espalda del padre de Effrayé un extraño tatuaje, que rezaba así: "Monstrum".

martes, mayo 02, 2006

Una nueva contra experimental.

Bueno aquí tenéis una nueva entrega de comic en dos formatos diferentes. Uno es en viñetas y el otro en gif. El de viñetas podeis agrandarlo pulsando en él, pero el gif sólo se ve si pincháis en él. Saludos pues.


En viñetas.




Animación gif destartalada.